2 de junio de 2016

Capitulo 3: A ver como nos va en Chile?


En el viaje escuche mucho sobre el "Home Sick", esa parte cuando uno extraña tanto su lugar de origen que necesita volver para estar con los suyos y tener lo que tenía antes de pensar en salir de viaje. Pero nunca escuche a nadie sobre ningún "Travel Sick" (ni idea si este término existe, lo acabo de inventar), a mi por lo menos nadie me dijo sobre lo que era cuando se te acaba la visa y tienes que volver.
Yo me devolví muy poco convencida de volver, con un supuesto proyecto de trabajo por hacer en Chile, que la verdad nunca me motivo mucho. Y como es lógico, después de la batalla todo el mundo es general, fue imposible no empezar a darle vueltas a cosas como: "Uy, podría haber extendido la visa" o "Podría haber ido a otro lado", igual de todas maneras era inevitable no ponerse a pensar en las millones de posibilidades para seguir en "modo viaje" que habían en ese momento.
La cosa, es que ya devuelta en Chile no fue difícil recuperar mi vida anterior, a esto me refiero a lo que hacía en Chile antes de irme de viaje, además de otras cosas que eran mejores : vivía en una casa compartida con gente muy buena onda, por un tiempo trabaje de forma freelance en la comodidad de mi casa, tenía buenas relaciones con todos los que me rodeaban. Pero había ese algo que no me cerraba y que no me hacia disfrutar a 100% el estar de vuelta en Santiago. Tal vez fue el ponerme a trabajar para una oficina y lidiar con lo que conlleva trabajar en una, pasar 8 horas del día viéndole la cara a gente que no le quieres ver la cara, y así una lista larga de muchos en contra versus un sueldo fijo. Y ahí la pregunta es... ¿De qué sirve tener un sueldo fijo, si a cambio debes entregar cosas que para mí ahora son preciadas como: mi tiempo libre, estar con gente que quiero estar y trabajar, estar en un ambiente que me hace bien? Fue en ese momento donde después de intentar volver a trabajar en una oficina me di cuenta que mi cabeza ya no estaba para eso, para mi habían cosas que ya no se tranzaban por un monto de plata fija a fin de mes, el principal y más preciado, mi tiempo libre. No sé cómo serán las otras oficinas, pero en agencias de diseño literalmente no tienes vida, vives para trabajar y complacer a tus clientes a la hora que a ellos se les ocurra, tu tiempo libre es algo que a tus jefes no les interesa, ya les vendiste tu vida por un sueldo promedio mensual. Quizás hay gente que eso les hace sentido o los hace sentir cómodos, para mí en ese momento fue una tortura...Siii, pobre de mí, que víctima. Pero hablando enserio, como es posible que sea mal visto que uno salga puntual de la oficina la hora que debería salir, o sea 6 pm yo apago mi computador y me voy. Acá no, mientras más trabajas y haces horas extra es mejor visto, eres más trabajador, te pones la camiseta por empresa, puro blabla para que trabajes extra. Si algo aprendí del estilo de vida kiwi es que el tiempo libre es preciado, el trabajo se queda en el trabajo y la hora de salida es puntual y sagrada, y con la mentalidad con la que volví eso no se tranza.
Listo y oficial, no sirvo para trabajar en oficinas con contrato indefinido. Y de esta forma entro y saludo al mundo freelance, la verdad es que me fue bastante bien con esta modalidad de trabajo. Pero seguía sin cerrarme mi estadía en Santiago. Ya no trabaja en oficinas, vivía en la casa donde quería vivir, tenía dinero para darme gustitos necesarios, súper independiente, pero de todas maneras no me proyectaba viviendo en Santiago y necesitaba buscar un nuevo destino.
Pase por la idea de voluntariados en Costa Rica, barajar todas las Working Holiday, ver visas de estudiante en Europa, pero no estaba convencida del 100%. Sabía que me quería ir, el tema era donde, porque hasta el momento solo descartaba y nada me cerraba. Y como no era el mejor momento de la vida este tema se transformo en algo medio angustiante. No estar cómoda en el lugar donde se está, pero tampoco saber a dónde ir. 
Mientras tanto encontré un pasatiempo que pronto llamo demasiado mi atención, pintar en acuarelas. De esta forma me acerque mucho al mundo de la ilustración y me di cuenta que sabía que donde fuera mi próximo destino quería estudiar eso y dedicarme para trabajar. Cuando era chica, decía "cuando grande quiero trabajar dibujando en Disney", ahora también me gustaría trabajar dibujando en Disney. Pero como no sé mucho acerca de la ilustración y de verdad tenía muchas ganas de saber, decidí que el viaje que planeaba era para especializarme y poder darle una vuelta a lo que me dedico y poder ser ilustradora. Si, por eso los dibujos en cada entrada.

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