23 de mayo de 2016

Capitulo 2: En este viaje aprendí...


Claramente ya paso un periodo bastante considerable desde que pise suelo Kiwi, así que empezar una segunda entrada con "En mi primer día en Nueva Zelanda..." seria una lata total. Y creo que una buena forma de resumir mi año es con un pequeño juego inventando con unos amigos,"En este viaje aprendí..."

  • En este viaje aprendí... Que hay miles de cosas que uno desconoce de si mismo cuando esta en la zona de confort.
  • En este viaje aprendí... Que si estas en un país donde no hablas el idioma, hay millones de forma para hacerse entender, todos tenemos un lado mimo dentro. 
  • En este viaje aprendí... Que al inicio de la temporada las cajas de kiwis pesan más que al final, después de un mes de trabajo físico te transformas en Hulk y las cosas pesadas ya las levantas sin problemas.
  • En este viaje aprendí... Que si se puede vivir tranquilamente con 15 personas en una casa, y juntar todos a cenar como una gran familia. 
  • En este viaje aprendí... Que en muchos casos, los lugares los hacen las personas. Puede que el trabajo no sea taaaaan bueno, pero si las personas con las que trabajas son unas buena onda, listo... no se puede pedir nada más (ahora si el lugar de trabajo tiene de esas maquinas que hacen cafecito espumosos, estas en el paraíso)
  • En este viaje aprendí... Que los mejores panoramas o viajes son los espontáneos. Si al pensar hacer un viaje o algo y te da "esa" sensación en la guata, hay que hacerlo sin darle muchas vueltas. Tranquilo vo' dale.
  • En este viaje aprendí... Que viajar en modo rata es, por lo menos para mi, la forma más divertida de viajar. Las mejores anécdotas son regateando, o tratando de gastar poco. Por ejemplo perfectamente caben 5 personas en una pieza para 2. 
  • En este viaje aprendí... Que hay personas bacanes dando vueltas por ahí y que aun conservo como grandes amigos. Adoro sus cabezas locas y flasheras (esta palabra argentina es mi favorita)
  • En este viaje aprendí... A cocinar, si que básico, gracias a los amigos chef que fueron apareciendo en el camino ahora hago unos platos deliciosos. Recomiendo el curry de pollo, el descubrimiento del año.
  • En este viaje aprendí... A no volverme loca comprando cosas que no necesito, porque mientras más cosas acumulas mas difícil es cargarlas después. Viajar liviana es la mano hermano! Y si mujer, tu puedes viajar con una mochila de colegio por 3 meses.
  • En este viaje aprendí... Que la música te marca momentos y lugares, tener canciones como placeres culpables se vuelve muy normal. 
  • En este viaje aprendí... A dejar los prejuicios en Chile. Esta muy bueno conocer a una persona en un terreno neutral, donde ninguna de las cosas que te pueden enmarcar una persona vale nada, vas directo a conocer la esencia de la persona, sin cegarte por cosas como donde vive, que estudio, donde trabaja, como habla (sobre todo con personas de otros países)
  • En este viaje aprendí... La frase "vergüenza que asco", nada que agregar solo aplicar.
  • En este viaje aprendí... A perder el aprecio por el dinero y despojo de lo material. Si, que profundo.
  • En este viaje aprendí... A de vez en cuando detenerse y decir para dentro " Wow! mira donde andas".
  • En este viaje aprendí... Que soy muy feliz lejos de una oficina. 
Aun que parezca todo una muy seria filosofía, la respuestas originales de este juego fueron cosas como así: "En este viaje aprendí que si entra picante, sale picante" , "En este viaje aprendí que dos personas pueden cagar al mismo tiempo con un solo inodoro" y cosas de ese estilo.

 Y hablando de juegos, hay otro muy bueno que se llama "En que estabas cuando...(inserte acá algún hecho tal como, terremoto 27/F Muerte de alguien famoso, etc..)" Increíble juego para matar el tiempo mientras se trabaja en un viñedo. También el Tuna-Hockey, solo necesitas una lata de atún, dos escobillones, dos canastos, un pasillo de supermercado y un supervisor que te deje hacer un campeonato clandestino. Y si de creatividad se trata nunca esta demás pegarse con el juego de dibujar retratos de los amigos.


18 de mayo de 2016

Capitulo 1: Pasar de un escritorio a un avión


No soy la gran viajera, no sé si me puedo considerar viajera como para tener un blog de viaje. No hice el típico viaje a Perú y Bolivia cuando estaba en la universidad, conozco muy poco de Chile y hasta hace unos años además de un par de ciudades en Chile solo conocía Buenos Aires. Mis papas no son muy viajeros y quizás eso influyo en que el viajar no fuera una de mis prioridades.

Por lo anterior no sé si decir “este es mi blog de viaje”, pero si lo tengo que clasificar seria un blog de viaje, así que bauticemos a este espacio como “Podría ser un blog de viaje”. Aun que la verdad acá me importa escribir las experiencias, vivencias, ideas o lo que se me vaya ocurriendo en el camino, más que “mira por todos los lugares donde he estado” o “Te recomiendo que vayas para X lugar”.

Mi vida de “viajera” comenzó algunos años después de titularme en Diseño de Ambientes, después de trabajar en una productora de eventos, y justo en el momento cuando estas en esa etapa de pensar abandonar el nido. Ahí es donde, no tengo idea porque, se me metió la idea que era hora de dejar todo de lado un rato y conocer algo nuevo. ¿Para donde? ¡Ni idea! Que  sabía yo sobre viajar si lo mas lejos que había llegado fue a Buenos Aires, para pasar dos semanas en un seminario por la universidad. Y ahí fue donde entró a escena mi mejor amiga, Javi, y salió con la brillante idea de hacer una working holiday juntas. La idea de tener una visa de trabajo por un año en un país con nombre rimbombante era bastante atractiva. Pero algo ahí fue diferente, para mí no fue de las típicas cosas que se planean con amigos tipo “Sii, vamos de vacaciones al Caribe y blablá” para que después todo quede en nada, esto para mi desde el inicio fue enserio. Y entre una selección bastante al Tun-Tun nuestro destino tenia nombre y apellido…. “NUEVA ZELANDA”.

Yo no sé si tengo un don entregado por los ángeles o qué, pero se me hace muy fácil buscar información en Google (no entiendo como hay gente que le cueste buscar información en un buscador, pero en fin) La cosa es que inmediatamente tenía toda la información para postular a esta maravillosa visa. Toda iba viento en popa, juntando plata cada mes e imaginando como seria esta nueva vida en un país que con suerte había escuchado un par de veces. Cabe mencionar que no quise buscar nada de información ni ver ningún mapa de Nueva Zelanda, porque prefería ver todo con mis propios ojos.  

Y así llego el día de aplicar a la visa. Yo no tengo hijos, pero me imagino que aplicar a la visa es lo más cercano a un parto. Partes a las 6:00pm muy tranquila abriendo la página de inmigraciones y de lo más calmada pones tus datos, todo bien hasta que se cae la página y vuelta a empezar. Podríamos decir que cada caída de página seria una contracción, porque uno de que sufre, sufre. Pero ese momento increíble cuando pagas la visa, después de 9 horas intentando, es la felicidad más grande del mundo.

Pero como no todo puede ser jolgorio y alegría en la vida, mi amiga no logro sacar la visa. ¿Qué pasaba con nuestros planes de recoger kiwis juntas para después irnos a nuestro paradisíaco viaje por el sudeste asiático? Pensado en abandonar la idea irme y usar la plata que había juntado para arrendar un departamento en alguna comuna de Santiago tuve el mejor castigo de mi vida. Mi papá, en su calidad de papá, me obligo a agarrar mis cosas y meterlas dentro de una maleta (Gracias papá por el mejor consejo-castigo que pude tener).

Así llego ese 18 de mayo del 2013, donde abandone totalmente mi zona de confort y me subí a un avión con dirección a un país del que solo sabía que son dos islas, hay kiwis y se habla inglés (cosa que yo no manejaba mucho)


Me acabo de dar cuenta que hoy es 18 de mayo... AMO LAS COINCIDENCIAS DE LA VIDA!!!! En ese caso podría decir que hace 3 años hice una muy buena elección.